La inflación y el temor al ‘tapering’ se comen cuatro billones de deuda en negativo
Los inversores empiezan a moverse en un terreno cada día más pantanoso. Aunque los bancos centrales han intentado en las últimas semanas aliviar las tensiones, sus esfuerzos han caído en saco roto.
Después de años de experimentos en política monetaria, Ignacio Fuertes, director de inversiones de Miraltabank (antigua Rentamarkets), señala que los activos se han revalorizado mucho. Aquellos como la deuda que tradicionalmente se consideraban seguros se enfrentan a episodios de volatilidad. “Las estrategias conservadoras han pasado a ser arriesgadas”, explica. Los expertos aconsejan prudencia y ven en los bonos indexados a la inflación una buena alternativa.
En este periodo los inversores se encuentran en una situación no muy favorable. La política seguida por los bancos centrales para tratar de aliviar tensiones no han tenido efectos visibles.
Los inversores empiezan a moverse en un terreno cada día más pantanoso. Aunque los bancos centrales han intentado en las últimas semanas aliviar las tensiones, sus esfuerzos han caído en saco roto. La tendencia tras finalizar los meses de verano viene marcada por las rentabilidades de la deuda, que prolongaron la tendencia alcista.
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