A punto de finalizar este año y como no se podía esperar de otra manera, volvemos a dejar atrás otro año de récords. Este difícil 2022 pasará a la historia por haber sido uno de los años con mayores temperaturas a nivel global, y no solo en términos climatológicos. Y es que tras algo más de tres décadas desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, Rusia puso fin a la Pax Europaea con la invasión de Ucrania, provocando el mayor conflicto y desplazamiento de refugiados desde 1945 en territorio europeo. Esto acabó trasladándose a los mercados de energía, que vivieron uno de los mayores periodos de inestabilidad y volatilidad de las últimas décadas, llevando a la inflación a marcar doble dígitos en Europa, ligeramente por encima de EEUU. Pero 2022 también pasará a la historia por ser el año en el que los Bancos Centrales, de una manera abrupta, pusieron fin a la burbuja de los bonos, que sufrieron correcciones históricas llegando a perder los plazos a 30 años la mitad de su valor desde agosto de 2020.
Recomendaciones de Miraltabank:
“A nuestro modo de ver, nos adentramos en una era de mayor inestabilidad geopolítica, donde la relocalización de las cadenas de producción, la transición eco/energética y medidas que fomenten una mayor inclusión social (mayores salarios e impuestos) entre otras, derivarán sin duda en lecturas de inflación más elevadas que las anteriores al COVID-19. Es por todo esto por lo que Bancos Centrales y Gobiernos seguirán en el punto de mira de los Bond Vigilantes, y por lo que la gestión de riesgos seguirá siendo determinante a la hora de navegar con éxito el incierto panorama al que nos enfrentamos“.
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